viernes, 25 de septiembre de 2009

Arquitectos del Aire

Mónica junto a Diana y Natalia Pérez, propietarias de Aire de Bardenas


Mónica Rivera (Puerto Rico, 1972) y Emiliano López (Argentina, 1971) son los auténticos artífices y verdaderos protagonistas de Aire de Bardenas. Desde su despacho en Barcelona, y sobre el propio terreno, han planificado, diseñado y soñado el hotel, día a día, hora a hora durante los cuatro años que costó gestar la criatura.

"Comenzamos a trabajar juntos en Barcelona en el 2001. Desde entonces hemos centrado nuestra práctica de arquitectura en obra pública a través de concursos, junto con encargos privados. Trabajamos con las circunstancias intentando convertir las restricciones en oportunidades. Buscamos respuestas constructivas y conceptuales específicas para la realidad de cada proyecto, poniendo énfasis en el valor de lo cotidiano, la intervención discreta y arraigada al entorno y la claridad constructiva", explica Mónica en su web: http://www.lopez-rivera.com/.

En su haber diferentes y prestigiosos premios avalan su ya consolidada carrera: Ganadores del Premio FAD de Arquitectura 2008 por Viviendas Sociales para jóvenes en Barcelona, Primer Premio AR Awards for Emerging Architecture 2008 entregado en Londres, Primer Premio en la X Bienal de Arquitectura de España 2009... y así hasta 25 premios y menciones hacen que estemos ante dos arquitectos que forman la actual vanguardia de la arquitectura con proyección internacional.

Los niños del Aire


Ellos también son los protagonistas de Aire de Bardenas dando calor humano a las fotografías de nuestro hotel. Son los protagonistas de la más bella expresión. Román Yñán, excelente fotógrafo de la web http://www.romanynan.com/, supo captar esa sensación de inicio de la vida, la expresión simbólica de cuatro polluelos en el nido, dispuestos a salir a la naturaleza, a la vida, al mundo.


La belleza de la fotografía ha sido acompañada del más bello texto en la portada de la revista australiana Map Magazine: "The world needs dreamers and the world needs doers, but most of all, the world needs dreamers who do...".


jueves, 24 de septiembre de 2009

Dos banderas en Tudela


A Carlos le gusta la Historia, como a mí. Es de los que, cuando el runrún del tiempo levanta rumor de resaca en la orilla, se toma una caña por los que dejaron huellas que orientan nuestra memoria, nuestra lucidez y nuestra vida. Por eso esta noche Carlos y yo nos encontramos en el bar de Lola, oyendo música tranquila, mirándole a la dueña el escote mientras hablamos de aniversarios.
Hace un par de meses, mi amigo estuvo en Tudela, donde el Ayuntamiento –«a veces hasta hace bien las cosas», apunta Carlos– conmemoró como es debido el 199 aniversario de una batalla en la que cuarenta mil españoles –navarros, aragoneses, andaluces, valencianos y murcianos– bajo el mando del general Castaños, se batieron durante seis horas con treinta y cinco mil franceses dirigidos por el general Lannes, que tenía muchas ganas de quitarle al ejército imperial la espinita de Bailén.


«Nos dieron hasta en el carnet de identidad», murmura mi compadre mientras Lola nos sirve otra caña y de fondo, bajito, suena la voz de Joaquín Sabina diciendo que hay mujeres que tocan y curan, que besan y matan. Y yo asiento en silencio, resignado, porque conozco el episodio tudelano y sé que transcurrió muy a la española, entre celos, imprevisión, indisciplina, desacuerdos y mala fe, con cada jefe actuando por su cuenta, sin concierto para la defensa ni para el ataque. Sólo hubo reacción, y mal coordinada, cuando las avanzadas francesas ya entraban en Tudela y se oían disparos de fusilería por las calles; de manera que la batalla empezó a las nueve de la mañana, a mediodía parecía favorable a los españoles, y a media tarde nuestra infeliz carne de cañón, tras haberse batido, eso sí, con mucho valor y decencia, rompía las filas con la caballería francesa detrás, sableándola a mansalva.


Bebiendo hombro con hombro, Carlos y yo hacemos un brindis a la memoria de toda aquella pobre gente, aquellos militares y paisanos llevados al matadero, corriendo a la desesperada por el inmenso olivar de Cardete mientras intentaban franquear los veintidós kilómetros que los separaban de la salvación, hasta Borja o Tarazona, dejando atrás tres mil compañeros entre muertos, heridos y prisioneros, mientras los vencedores saqueaban Tudela. «Buena gente a la que recordar», murmura Carlos; y Lola, que no suele meterse en estas cosas pero las escucha siempre con interés y simpatía, asiente con la cabeza mientras seca los vasos.

Sabina dice ahora, al fondo, que hay mujeres en cuyas caderas no se pone el sol; y Carlos, tras observar un momento las de Lola –en las de ella tampoco se pone–, me cuenta que el pasado 23 de noviembre, en Tudela, el Ayuntamiento invitó a varias asociaciones de recreación histórica francesas y españolas, para conmemorar la fecha. Y que todo fue estupendo y educativo, y que los niños y los no tan niños contemplaban interesados, preguntando por esto y aquello, a los jinetes polacos del ejército imperial, a los levantinos de la división Roca –bravos en aquella batalla hasta que ya no pudieron más– con sus banderas y su pobre armamento, a los voluntarios de Aragón con sus calzones claros y sus plumas en el sombrero, y a todos los demás.


«Una lección viva de Historia», resume Carlos, que llevó a sus hijos pequeños. «De esas que dan ganas de correr a los libros para enterarte bien de qué pasó, y por qué». Y luego, el epílogo, cuenta mi amigo. Eso tampoco podía faltar, claro. Y explica muchas cosas en la España de 1808 y en la de hoy. Porque en plena celebración, cuando Carlos estaba con sus hijos en la plaza de Tudela, sentado en una terraza, tuvo lugar allí el acto de izado de las banderas de los contendientes. Subió primero al mástil la tricolor gabacha, a los sones de La Marsellesa; y un matrimonio francés y cincuentón que estaba en la mesa contigua, plano de la ciudad desplegado y mirando la recién restaurada catedral, se puso en pie al oír los compases de su himno nacional. Sonó luego la Marcha Real mientras se izaba la bandera española, y el matrimonio francés siguió en pie, respetuoso, mientras todos los españoles allí presentes continuaban sentados, a lo suyo, charlando como si nada.


Recordando aquello, mi amigo tuerce la boca y mira la pared, el aire fatigado –también yo siento ese mismo cansancio, compruebo de pronto; un hartazgo impotente, rancio, abrumador–. «¿Y tú qué hiciste?», pregunta Lola desde el mostrador. Casi adivino lo que Carlos va a decir, antes de que lo diga: «Avergonzado, me puse despacio en pie, y al verme hizo lo mismo algún otro… Éramos tres o cuatro, como mucho. Y mirando con mucha envidia al matrimonio francés, pensé: nos han vuelto a ganar».


Arturo Perez Reverte
Nota: "Carlos" es uno de nuestros protagonistas en el nacimiento de Aire de Bardenas.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Moda europea en Aire de Bardenas


Aire de Bardenas plató de moda.



Nuestro primer visitante fue Renault con su Megane Cupé para el Salón del Automóvil de Ginebra. Siguiendo su estela, en agosto, Aire de Bardenas recibió a dos importantes empresas, Mercedes Alemania y Lexus Bélgica para realizar en el hotel, y en sus alrededores, trabajos publicitarios con sus nuevos y elegantes modelos automovilísticos. Sus trabajos verán la luz a primeros del próximo 2010 en todos los países donde las prestigiosas marcas tienen concesionarios.

A finales de septiembre y principios de octubre, Aire de Bardenas se prepara para recibir a cuatro empresas de moda europeas que vienen a realizar sus catálogos en nuestro hotel.

La moda alemana estará representada por la firma Laurèl (http://www.laurel.de/) radicada en Múnich con su prestigiosa línea elegante, especialmente para la mujer.

De Inglaterra nos llega Fat Face (http://www.fatface.com/). La historia de esta marca es curiosa. Como cuentan sus propietarios, Tim y Jules, "...todo comenzó en 1988 cuando dos amigos pensaron que algo tenían que hacer para poder disfrutar de los Alpes franceses que tanto adoraban". Y comenzaron diseñando sudaderas para esquiadores. En la actualidad ofrecen algo más que sudaderas en un amplio número de tiendas pero el espíritu de sus pioneros diseñadores sigue presente: "La vida está ahí fuera".

Francia. El prestigioso fotógrafo Louis Decamps (http://www.louisdecamps.fr/) nos visitará con la agencia Works, especializada en moda y lujo, con base en París para la revista de moda Rosebuzz Magazine (http://www.rosebuzz.com/). Presentan una colección de lujoso cuero belga de la firma Delvaux (http://www.delvaux.com/) con la famosa diseñadora Veronique Branquinho a la cabeza de su Departamento de Creación.

En octubre recibimos la visita de otra importante agencia italiana de moda: Avenue 20.

Y más Aire en el mundo


El hotel Aire de Bardenas continúa siendo noticia.
En este mes de septiembre de 2009, ha sido publicado en 14 medios de comunicación:
- A & B (Polonia)
- El País Semanal (España)
- Maison Sud Ouest (Francia)
- Laviva (Alemania)
- DT (España)
- Arcadia (Alemania)
- Diario de Noticias (España)
- Casaviva (Grecia)
- Lo + Loma Linda (México)
- ABC (España)
- Tendance Deco (Suiza)
- Nar & Fjarran (Suecia)
- Elle (Eslovenia)
- Condé Nast Traveler (España)

En esta última publicación se realiza una "Hot List 2009" en la que aparecen los "120 hoteles de moda en todo el mundo". La selección se ha realizado en más de 40 países. La revista los clasifica con una llama: de moda, dos llamas: muy de moda, y tres llamas: RESERVA YA. Aire de Bardenas ha sido clasificado con las tres llamas así que... ¿a qué esperas? ¡Reserva ya!

jueves, 17 de septiembre de 2009

¿Cómo está la luna hoy?


Antes de visitar Aire de Bardenas sería conveniente bajar esta útil aplicación para tu iphone. Iephemeris nos permite saber con antelación qué luna nos vamos a encontrar cuando miremos al cielo por los grandes ventanales de nuestros cubos con vistas al desierto o tranquilamente sentados en los patios de nuestras habitaciones, mientras nos damos un relajante baño en su poza de hierro al aire libre. El enlace es el siguiente: http://www.programasiphone.com/?s=iephem


Espectacular la visión de la luna llena sobre los molinos al sureste dándo claridad al paisaje surrealista que se vislumbra mágicamente en los alrededores del hotel.